Villarino contó iniciativas que ha tomado el Consejo Minero para ayudar a disminuir la brecha de capital humano, como la creación del Consejo de Competencias Mineras, que entre otras cosas informará al mundo académico de las necesidades de técnicos y profesionales que presenta y presentará la industria en los próximos años, tanto en cantidad como en formación, con el fin de lograr una mayor comunicación y evitar que sigan faltando trabajadores calificados en el área.
¿Se podría decir que la minería no se preparó lo suficiente para responder a la demanda de capital humano que tiene la industria?
Yo creo que la minería sí se ha preparado. Lo que resulta clave es que logremos alinear la formación de los futuros trabajadores con los requerimientos de la industria, para lo cual, en primer término, necesitamos aportar información acerca de cuáles son estos requerimientos. En esta línea, la minería se ha preparado en términos tales que hace dos años encargó un estudio a la Fundación Chile, cuyos resultados han permitido dimensionar la situación, tanto en cuanto al número de trabajadores que se requerirán como a su perfil técnico o profesional. Además, a partir de esta información se han comenzado a evaluar las mejores alternativas para favorecer la formación de este capital humano. En este contexto, empresas socias del Consejo Minero crearon el Consejo de Competencias Mineras.
El otro punto relevante es que logremos transmitir las características y oportunidades laborales que ofrece la minería, en lo que tanto las empresas mineras como el Consejo Minero hemos estado y seguimos trabajando. Sin duda el desafío persiste, pero estamos avanzando gracias a la preparación de estos últimos años.
Se habla mucho de que no hay alineación que hay entre lo que enseñan los centros de formación y lo que necesita la industria ¿cómo se enfrenta esto?
Hay un problema, pero que se transforma en oportunidad, ya que constatamos que de acuerdo a los requerimientos de la minería moderna no teníamos la formación adecuada. Para cambiar esta situación necesitamos aportar información a los centros de formación, para lo cual hemos tomado las medidas del caso.
¿El área académica ha tenido una buena respuesta a las necesidades que le ha comenzado a plantear la industria minera?
Yo creo que se están adecuando. Ellos han oído nuestras demandas hace un año, se han acercado al Consejo Minero y están pidiendo estas directrices que finalmente van a emanar del trabajo que estamos haciendo con la Fundación Chile. Están reaccionando muy bien y esa era la lógica: que nosotros no nos dedicáramos a formar, sino que lo hicieran quienes saben educar y formar. Nosotros damos las señales necesarias desde la propia industria, entendiendo además que atender dichas señales favorece la empleabilidad de los egresados de los centros de formación.
Otro problema es que muchas veces la minería no se ve atractiva para un nuevo profesional
¿Qué deberían hacer las empresas para mejorar esto?
Yo creo que hay tres palabras: comunicar, comunicar y comunicar. Creo que aquí lo que hace falta es informar qué es la verdadera minería moderna, en qué consiste trabajar en la minería, cuáles son los beneficios de estar ahí. Yo creo que esa es la gran deuda que tenemos: Dar a conocer lo bueno que es trabajar en minería, las grandes oportunidades que hay. Ya lo estamos haciendo, pero necesita hacerse con mayor intensidad.