1. ¿Cuáles son las problemáticas que observa en la gestión del agua en la minería y en los procesos industriales?
La gestión del agua en minería y otras industrias en las que los recursos hídricos son estratégicos, debe resolver problemáticas diversas asociadas tanto a la sostenibilidad de las operaciones en el tiempo como a la minimización de costos para mantener posiciones competitivas en el mercado. Por lo tanto, los desafíos se centran en evitar o mitigar cualquier afectación que pudiera haber a las fuentes de agua y los ecosistemas dependientes, en contribuir a la mejora de la seguridad hídrica en las cuencas —particularmente para comunidades vulnerables o de pueblos originarios— y en asegurar la transparencia y generación de relaciones fructíferas y de confianza respecto del uso y goce del agua por todos.
2. ¿Cuáles son hoy las herramientas que aplican las mineras para resolver estas problemáticas?
Estos retos exigen avances tecnológicos para mejorar la eficiencia, monitoreo, control y optimización de extracciones y procesos, así como soluciones efectivas de tratamiento y remediación. También demandan proyectar el impacto del cambio climático en fuentes y sistemas naturales, enfrentar eventos extremos, explorar nuevas fuentes como el reúso o el mar, e implementar sistemas inteligentes de conducción que garanticen una mayor oferta y calidad de agua con costos razonables y mínimo impacto. Estos desafíos exigen avances tecnológicos e innovación, pero también el desarrollo de capacidades de las personas a cargo, además del uso de herramientas de planificación y gestión, y el cumplimiento de estándares y procesos empresariales.
3. ¿Cuáles son las tecnologías claves en la gestión del agua en la minería y en los procesos industriales? ¿Qué aspectos o procesos faltan por mejorar?
Por ejemplo, para mejorar la eficiencia en el procesamiento de sulfuros de cobre, se buscan tecnologías que permitan monitorear y anticipar el comportamiento reológico de estos minerales, para establecer puntos de operación de menor consumo en espesadores de relaves. También es importante establecer niveles de conminución que optimicen el consumo de agua y la recuperación de cobre fino. Asimismo, es necesario establecer sistemas eficientes de recirculación de aguas claras desde depósitos de relaves y técnicas efectivas y seguras de separación del agua del relave en el depósito mismo. En la misma línea, es clave avanzar en sistemas de filtrado de relaves de alta capacidad, antes de descargar el relave al depósito. Esto último es un aspecto de mucho interés en la industria y podría conducir a ahorros de hasta un 35% en la demanda de agua.
Por otra parte, debemos avanzar en la extracción de cobre en procesamiento de sulfuros mediante técnicas avanzadas de lixiviación, ya que este proceso demanda menos de un 20% del agua requerida por los procesos de flotación y concentración, y no requiere de la generación de depósitos de relaves. Aquí, el desafío mayor se encuentra en lograr calentar la pila y mantener este calor durante todo el ciclo.
En minería de litio, un aspecto de alto interés es lograr sistemas de reinyección de salmueras luego de su extracción directa. Para esto, se están desarrollando diversas técnicas que buscan alcanzar una adecuada caracterización y modelación del sistema salar, con el objetivo de establecer los requerimientos que mantendrán su equilibrio natural.
En la industria de la celulosa, el foco está en mejorar la eficiencia en el uso de materias primas, utilizando tecnologías avanzadas para maximizar el rendimiento de la pulpa de celulosa y minimizar los residuos; o el uso de químicos más ecológicos en los procesos de obtención de pasta y en el tratamiento para blanquear el papel. También, en la reducción del consumo de agua implementando sistemas de circuito cerrado y técnicas de reciclaje de agua dentro del proceso productivo.
En la industria sanitaria, uno de los principales focos es la reducción de perdidas en las redes, para lo cual se buscan materiales más resistentes y de menor costo, así como sistemas óptimos de regulación de presión y de optimización de volúmenes en regulación y transporte de agua, en los que el control automático y la analítica avanzada cumplen un rol interesante. Otro aspecto relevante es el aseguramiento del tratamiento en plantas potabilizadoras con niveles de alta turbidez en el agua.
Aspectos transversales en todas las industrias son, por ejemplo, la gestión de recarga de acuíferos para asegurar o recuperar las aguas subterráneas. También las técnicas de remediación de calidad de acuíferos, que buscan controlar y reducir diferentes tipos de elementos que alteren la calidad del agua o la matriz. En particular, resultan de mayor interés las técnicas pasivas, es decir, que no requieran de bombeos u acciones operacionales permanentes.
Para lograr una mayor transparencia en el uso del agua, se están buscando sistemas que sean robustos frente a condiciones climáticas extremas y actos de vandalismo, que además requieran un bajo consumo energético y cuenten con una conexión satelital permanente. Asimismo, es relevante mencionar los esfuerzos que se están realizando para desarrollar sistemas de producción utilizando agua de mar desalinizada o cruda, así como agua de reúso. Estos sistemas de impulsión de una o más fuentes tienen como objetivo reducir costos y aumentar la eficiencia en el uso de recursos como energía, borde costero y terrenos.
Esto no solo conduciría a menores impactos ambientales, sino que también permitiría resolver demandas comunitarias de manera conjunta y mejorar la eficiencia en la tramitación de permisos ambientales y sectoriales. Sin embargo, coordinar las demandas de diferentes usos, caudales, puntos de extracción y temporalidades de operación sigue siendo un gran desafío que requiere de mucho tesón, creatividad e ingenio contractual. Un ejemplo virtuoso ,en este sentido, es el proyecto de ECONSSA de aprovechamiento de aguas servidas tratadas de Antofagasta, que ya se encuentra en desarrollo y permitirá dejar de descargar al mar un caudal de 900 l/s en 2028, para ser reutilizado por diferentes usuarios, entre ellos mineras que dejarán de usar aguas continentales.
4. ¿Cómo se encuentra Chile en este tema respecto a otros países mineros de la región?
Chile cuenta con un alto nivel tecnológico para la gestión del agua, principalmente en la industria agrícola, sanitaria, de la celulosa y minera, aunque mayormente importamos tecnología, con excepción de desarrollos digitales y de gestión, campos en los que estamos teniendo una mayor independencia.
Ahora bien, la gran potencia de la minería en Chile ha permitido proyectar una industria sostenible, reflejada en la Política Nacional de Minería, que establece metas de eficiencia y reducción de uso de agua continental más exigentes que las observadas en países desarrollados como Estados Unidos, Australia, Canadá y España. Nuestra minería está avanzando en los desafíos señalados para cumplir con estas metas. Según el último estudio de Cochilco, sobre el uso de agua en la minería, en 2023 se extrajeron 18,83 m³/s de agua fresca para las operaciones mineras. De este volumen, el 64% provino de fuentes continentales y el 36% de agua de mar (6,8 m³/s). Sin embargo, se proyecta que para 2033 esta proporción se invertirá, con un 71% de agua de mar y solo un 29% de fuentes continentales.
En tanto, España se destaca en tecnología y desarrollo de infraestructura de desalinización, con 765 plantas desaladoras que producen más de 5 millones de m³/día (58 m³/s). De estas, 360 son desaladoras de agua de mar y 405 de agua salobre. Israel también sobresale en tecnología de desalinización, aunque con una capacidad instalada menor, de 1,6 millones de m³/día (18,6 m³/s).
España también posee una gran infraestructura de regulación de agua, reflejada en más de 1200 grandes presas, lo que le permite almacenar la mayor parte de sus recursos hídricos estacionales.
Por su parte, Canadá tiene un alto nivel de tecnología en tratamiento de agua, control de crecidas y sistemas de medición y telecontrol. Australia se destaca por su regulación y gobernanza hídrica, acompañadas de una infraestructura hidráulica avanzada desarrollada por los gobiernos estatales, como embalses y redes de canales tele controlados, lo que les permite una alta resiliencia frente a sequías.
En Australia existen 135 grandes presas y más de 24.000 kilómetros de canales, aducciones y vías fluviales, lo que les permite regular la mayor parte de su oferta estacional de agua en las cuencas agrícolas.
Asimismo, Australia, Israel y Estados Unidos son destacados en tecnología de riego, monitoreo y sistemas de control hidráulico.
En América Latina, Perú se destaca por su política estatal para avanzar en infraestructura hídrica, como embalses, grandes conducciones y nuevas desalinizadoras mediante asociaciones público-privadas. Un ejemplo es la planta desalinizadora de Chimbote, con una capacidad de 20.000 m³/día, o el proyecto de irrigación Majes-Siguas II, que permitirá incorporar al riego 38.500 hectáreas en Arequipa.
5. ¿Cómo proyecta la realización del 13° Congreso Internacional en Gestión del Agua en Minería y Procesos Industriales – Water Congress 2025?
El congreso viene muy interesante. Este año, el foco está puesto en la tecnología como elemento clave para la gestión sustentable del agua y, al mismo tiempo, en cómo los nuevos desarrollos tecnológicos, la electromovilidad y la inteligencia artificial traen grandes desafíos en demanda de agua, directa e indirectamente. Se espera una gran cantidad de profesionales y ejecutivos de todo el mundo, provenientes de la industria minera y de otras industrias en que el agua es un insumo estratégico, de la academia y centros de investigación, del sector gubernamental, representantes de la sociedad civil, y proveedores, consultores y desarrolladores de sistemas e infraestructura hídrica, entre otros.
Hasta la fecha, se han presentado más de 85 trabajos al Water Congress 2025, de autores extranjeros y nacionales. Estos trabajos están en diversas etapas de revisión y se han clasificado en múltiples áreas de interés, como suministro y recursos hídricos, seguridad del suministro, cambio climático, desalinización, gestión integrada de cuencas, calidad del agua, tratamiento de efluentes y tecnologías de innovación para la gestión del agua, entre otros.
Tenemos, además, un programa de becas para estudiantes que busca permitir la asistencia de jóvenes de todo el país para fomentar el desarrollo de nuevos talentos para el sector.
Creo que esta es una instancia única y fundamental para el desarrollo de capacidades en la gestión del agua, un elemento fundamental para el país, y por lo tanto espero que todos nos encontremos allí entre el 7 y 9 de octubre.




