“La verdadera sustentabilidad pasa por incorporar la responsabilidad social como concepto y valor central en el corazón del negocio minero”
El Coordinador Técnico de Srmining 2013, Jacques Wiertz, asegura que hoy existe una conciencia generalizada de que junto con maximizar el negocio, la industria minera debe también contribuir decididamente al desarrollo de las comunidades y al bienestar de los pueblos donde desarrolla sus actividades.
¿Cuáles son los nuevos enfoques/tendencias de RS en el sector minero?
El mayor desafío sigue siendo abrir espacios de diálogo y de real participación. Hoy todavía algunas empresas entienden el proceso de participación como una instancia a través de la cual las empresas mineras informan a las comunidades y dan a conocer sus proyectos. Pero existen pocos espacios de real participación de las comunidades en la toma de decisiones y en el diseño de los proyectos y de los programas sociales. Varias empresas han desarrollado mecanismos e instancias como las mesas de trabajo temáticas que permiten llegar a reales consensos y construir soluciones aceptables por todas las partes.
¿Cuáles considera los principales puntos vulnerables del sector minero? ¿Por qué es tan susceptible al desencadenamiento de conflictos sociales?
La actividad minera tiene varias particularidades que la hacen más susceptible que otras a los conflictos sociales. Es una actividad temporal, invasiva y que puede generar impactos ambientales significativos, produciendo por lo mismo un alto grado de rechazo. Además, existe la percepción de que las empresas mineras se enriquecen a partir de la explotación de recursos que deberían ser de todos. Frente a ello, las empresas deben demostrar que realmente pueden contribuir al desarrollo social de las comunidades, en una ambiente de respeto y compromisos mutuos.
¿Cree que actualmente las empresas mineras están tomando consciencia de la importancia de invertir en responsabilidad social?
Ninguna empresa minera puede hoy ignorar que para desarrollar proyectos, requiere además de la autorización de los organismos públicos competentes, acuerdos con las comunidades donde pretende desarrollar estos proyectos. Estos acuerdos requieren un trabajo serio, sustentado por una política de responsabilidad respaldada por los más altos niveles de la gerencia.
¿Qué expectativas existen de esta segunda Conferencia Internacional de Responsabilidad Social en Minería? ¿a quienes reunirá?
En esta segunda edición, Srmining busca consolidarse como un evento de relevancia mundial en relación a la responsabilidad social en la actividad minera. La industria, fuertemente cuestionada por sus impactos ambientales y sociales, está explorando nuevas formas de entendimiento con las comunidades y con las autoridades locales, regionales y nacionales. Hoy existe una conciencia generalizada de que, junto con maximizar el negocio relacionado con la transformación de los recursos mineros en “commodities” y productos de consumo, la industria minera debe también contribuir decididamente al desarrollo de las comunidades y al bienestar de los pueblos donde desarrolla sus actividades, asegurando también una minimización de sus impactos ambientales y sociales. En esta segunda edición, la conferencia busca incorporar a un mayor número de actores, con la participación no sólo de representantes del sector minero, sino también de representantes de las comunidades, de ONG y de instituciones gubernamentales.
Uno de los objetivos de esta edición de Srmining es incorporar RS, Licencia Social y Desarrollo Sustentable en las prácticas de negocio. ¿Cuál es el enfoque que ustedes le dan a estos tres conceptos?
El lema de esta segunda edición de Srmining es “Más allá de la licencia social para operar”. Lo que quisimos destacar a través de esto es que no sólo se trata de obtener una aprobación inicial del proyecto minero por parte de los distintos actores sociales, sino que la verdadera sustentabilidad pasa por incorporar la responsabilidad social como concepto y valor central en el corazón del negocio minero. Hoy el valor de una empresa no sólo se mide por el retorno sobre la inversión o por la retribución a los accionistas, sino también por la reputación de la empresa, que se construye en base a la confianza y credibilidad que día a día se va forjando frente a la comunidad y a los diferentes actores.
